5 de marzo | AMOR A LA POBREZA

5 de marzo | AMOR A LA POBREZA

MEDITACIÓN DEL DÍA:
“Amarán la virtud de la pobreza, mirándola como su madre y su amiga, y a este fin harán bien en privarse algunas veces de lo necesario, a imitación de Jesús, que por nosotros se hizo pobre y necesitado, nació pobre, vivió muy pobre, y murió pobrísimo y aun desnudo” 

Religiosas en sus casas o las hijas del Santísimo e Inmaculado Corazón de María. Barcelona 1850, p. 121. Ed. crítica, en Madrid 1990; p. 173

 
 

Amar la pobreza supone pensar en ella como algo “amable”, deseable… no como una carga impuesta, un lastre del que quisiéramos huir o una imposición ascética que  nos ha caído encima como una losa. Vivir la pobreza como madre o amiga es tenerla en gran estima. Eso es lo más importante: amar la pobreza y amarla de buena gana. Sólo desde ese amor cobra sentido la privación, el ayuno, la austeridad, la renuncia…
La clave de tal amor en Claret es el deseo de configurarse con Cristo pobre, pobrísimo. Y en Él lo primero no es la renuncia o el sacrificio, sino el motivo: Claret no ama a la pobreza, sino que está seducido por “un Pobre”, Cristo, el que se hizo pobre libremente “por nosotros” (2Cor 8,9). Ser pobre no fue para Él una carga, sino un modo gozoso de ser Él mismo y llevar a cabo su misión. Él, que era infinitamente rico…
Me preguntó si nosotros tenemos experiencia de esta pobreza libre y gozosamente elegida. Pobreza que debe abarcar lo material, por supuesto, pero que se fundamente y origine en algo mucho más profundo: una pobreza íntima, personal… que excluya toda autosuficiencia, al sabernos en manos del Padre en todo y para todo, porque no tener la capacidad de salvarnos a nosotros mismos. Una pobreza que se asombra de los lirios del campo, de su libertad y belleza. Una pobreza que nos deja desnudos ante los poderes del mundo, como le ocurrió al mismo Cristo, porque sus “armas” son otras.
¿Cuál es la medida de mi pobreza? ¿En algún momento he experimentado la pobreza como un motivo de gozo en libertad? ¿O más bien –cuando en algo la he experimentado-  ha sido para mí sólo una carga, aunque me la haya impuesto yo mismo por ascesis o por solidaridad con los pobres?