2 S 7, 1-5. 8-12. 14. 16 Tan pronto como el rey David se instaló en su palacio y el Señor le concedió descansar de todos los enemigos que lo rodeaban, el rey dijo al profeta Natán: «¿Te has dado cuenta de que yo vivo…

2 S 7, 1-5. 8-12. 14. 16 Tan pronto como el rey David se instaló en su palacio y el Señor le concedió descansar de todos los enemigos que lo rodeaban, el rey dijo al profeta Natán: «¿Te has dado cuenta de que yo vivo…
Ml 3, 1-4. 23-24 Esto dice el Señor: «He aquí que yo envío a mi mensajero. Él preparará el camino delante de mí. De improviso entrará en el santuario el Señor, a quien ustedes buscan, el mensajero de la alianza a quien ustedes desean. Miren:…
1 Sam 1, 24-28 En aquellos días, Ana llevó a Samuel, que todavía era muy pequeño, a la casa del Señor, en Siló, y llevó también un novillo de tres años, un costal de harina y un odre de vino.Una vez sacrificado el novillo,…
Can 2, 8-14 Aquí viene mi amado saltando por los montes, retozando por las colinas. Mi amado es como una gacela, es como un venadito, que se detiene detrás de nuestra tapia, espía por las ventanas y mira a través del enrejado.Mi amado me…
Isaías 56, 1-3. 6-8 Esto dice el Señor: “Velen por los derechos de los demás, practiquen la justicia, porque mi salvación está a punto de llegar y mi justicia a punto de manifestarse. Dichoso el hombre que hace esto y en ello persevera, el…
Is 40, 1-11 “Consuelen, consuelen a mi pueblo, dice nuestro Dios. Hablen al corazón de Jerusalén y díganle a gritos que ya terminó el tiempo de su servidumbre y que ya ha satisfecho por sus iniquidades, porque ya ha recibido de manos del Señor castigo…
Is 26, 1-6 Aquel día se cantará este canto en el país de Judá: «Tenemos una ciudad fuerte; ha puesto el Señor, para salvarla, murallas y baluartes. Abran las puertas para que entre el pueblo justo, el que se mantiene fiel, el de ánimo…
Dn 6, 12-28 En aquellos días, unos hombres fueron a espiar a Daniel y lo sorprendieron haciendo oración a su Dios. Entonces fueron a decirle al rey Darío: «Señor, ¿no has firmado tú un decreto, que prohibe, durante treinta días, hacer oración a cualquier dios…
Rom 14, 7-12 Hermanos: Ninguno de nosotros vive para sí mismo, ni muere para sí mismo. Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Por lo tanto, ya sea que estemos vivos o que hayamos muerto, somos del Señor. Porque…
Rom 8, 26-30 Hermanos: El Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, porque nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que conoce profundamente los corazones, sabe lo…