19 de abril | A CADA CUAL SU RESPONSABILIDAD

19 de abril | A CADA CUAL SU RESPONSABILIDAD

MEDITACIÓN DEL DÍA:

 Respecto de la fundación de Jaca no sé qué decirle, siempre doy con miedo consejos en cosas que me pide (= pregunta) usted de la Congregación, porque me acuerdo siempre de la cautela con que procedía San Ignacio respecto de la Compañía en no meterse con los que gobiernan. No dudo de que usted habrá hablado con los Sres. Consultores […]. Rogaré a Dios y a la Santísima Virgen para que le dé acierto.

Carta al P. José Xifré, 11 julio 1867, en EC II, p. 1172

 

Jaca es una ciudad española, de la provincia aragonesa de Huesca. Cuando la Congregación de Misioneros de Claret ya iba haciéndose algo numerosa, muchos obispos pedían al Superior General que estableciese una comunidad en su diócesis. Pero algunos preferían acudir directamente a Claret; en tal caso, él desviaba la petición hacia el General, P. Xifré. En el presente caso –como en otros-, es el propio Xifré quien consulta a Claret sobre una petición recibida. Pero Claret, a pesar de ser el Fundador, con modélica discreción, prefiere no interferir en decisiones de gobierno: no le toca a él.Una de las experiencias que con frecuencia hacemos en la vida es «cuando uno se mete donde no le llaman», o cuando una autoridad invade el campo de otra. En el caso que comentamos, Claret deja que sea la autoridad competente la que decida. Una cosa es dar un consejo, cuando de alguna manera te lo piden, y otra es entrometerse.A veces sucede también en las familias, por ejemplo: cuando los padres quieren mandar en la vida de los hijos adultos. No es fácil para algunos padres aceptar la mayoría de edad de sus hijos, olvidándose tal vez de que tampoco a él o a ella le hubiera gustado que sus padres hubieran querido decidir de su vida. Pedir consejo es algo siempre positivo, y más cuando se trata de los propios padres; y es obvio que el padre o la madre den el mejor consejo que crean oportuno. Cosa muy distinta sería pretender “gobernar”, aunque sea con la mejor buena voluntad, a los hijos mayores de edad.En mi vida ordinaria, ¿ofrezco gustoso y respetuoso mis consejos, que juzgo oportunos, prudentes, fruto de la propia experiencia, provechosos a quien me los pida? ¿soy quizá un entrometido que pretende gobernar la casa ajena? ¿o peco tal vez de indiferencia frente a quienes pasan por situaciones de perplejidad o desorientación?