15 ORD A - FAMILIAS CRISTIANAS, TIERRA BUENA

15 ORD A - FAMILIAS CRISTIANAS, TIERRA BUENA

 

Domingo 16 de Julio de 2017
15º Domingo Ordinario
Mateo 13,1-23: “El sembrador salió a sembrar”

Estimados hermanos, que la gracia y el amor de Dios les acompañe en el inicio de esta nueva semana. Que la celebración dominical les permita unirse cada vez más como familia.

Se proclama en este domingo la versión de San Mateo de la conocida parábola del sembrador. La misma marca el inicio del tercer gran discurso que contiene las parábolas de Jesús. El primer discurso fue el “sermón de la montaña” (capítulo 5-7), y el segundo la “instrucción de los discípulos” (capítulo 10). Ahora llegamos al capítulo 13, que recoge las parábolas del sembrador, la cizaña, el grano de mostaza, la levadura, el tesoro, la perla y la red. Siete parábolas en total cuyo tema central es el Reino de Dios.

En la parábola de hoy, se habla de la trabajo del sembrador que tira la semilla en el campo y espera verla germinar. En las costumbres agrícolas de Israel, la semilla se cultiva al voleo, es decir, se lanza a puños en el campo para luego ser cubierta por la tierra con el arado. Veamos algunos puntos clave para entender el mensaje:

– El sembrador es Jesús, que comunica al pueblo la buena noticia de la salvación.
– En la parábola no se hace énfasis en la calidad o la cantidad de la semilla sino en la calidad de la tierra que la acoge.
– La semilla es la Palabra del Reino: es decir, la predicación de Jesús, su mensaje del Reino.
– Los tipos de suelo que acogen ese mensaje se refieren a la disposición personal con que se acoge el mensaje de Jesús. Los tipos de suelo aluden también a la oposición que ejerce el antirreino, obra del maligno, para que la semilla no logre ni siquiera brotar.
– La frase final “el que tenga oídos, que oiga” nos da la pauta sobre qué actitud es la que ayuda a fructificar la semilla: la escucha atenta y comprometida de la Palabra del Señor.

En el gran campo de la sociedad Jesús sigue proclamando el Evangelio de la Vida. Este mensaje de esperanza ha tocado a muchísimos pueblos, familias y personas que han escuchado con profundidad la buena noticia. El mensaje ha logrado fructificar aún en medio de la adversidad y las amenazas del enemigo. Sin embargo, la conciencia endurecida de los que no saben escuchar la Palabra continúa provocando los picotazos, las piedras y espinos que impiden que la semilla arraigue y produzca cosecha. Hoy más que nunca estamos llamados por el Señor a crear una red global de familias y pueblos que sean tierra buena, tierra fértil y generosa que escuchen atentamente qué quiere Dios de nosotros y se comprometan a transformar los campos de batalla y de muerte en el Reino de la Vida.

Urgimos de familias que defiendan la vida desde su concepción hasta la muerte natural, que rechacen la injusticia, la discriminación y la corrupción, que eduquen en la fe, que crean en la fidelidad, que rechacen la idolatría del dinero y del poder, y sean solidarias con los más pobres. Familias gestoras de sentido para las nuevas generaciones, familias unidas en el amor según el proyecto original del Padre. Este es el tiempo oportuno.

Cordialmente, P. Freddy Ramírez Bolaños, cmf.