6 de mayo | Miércoles de la IV semana de Pascua | San Martín de Porres

6 de mayo | Miércoles de la IV semana de Pascua | San Martín de Porres

San Martín de Porres
religioso

 

Todo lo que haya de virtuoso
debe ser el objeto de los pensamientos de ustedes

 

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Filipos 4, 4-9

    Hermanos:
    Alégrense siempre en el Señor. Vuelvo a insistir, alégrense. Que la bondad de ustedes sea conocida por todos los hombres. El Señor está cerca. No se angustien por nada, y en cualquier circunstancia, recurran a la oración y a la súplica, acompañadas de acción de gracias, para presentar sus peticiones a Dios.
    Entonces la paz de Dios, que supera todo lo que podemos pensar, tomará bajo su cuidado los corazones y los pensamientos de ustedes en Cristo Jesús.
    En fin, mis hermanos, todo lo que es verdadero y noble, todo lo que es justo y puro, todo lo que es amable y digno de honra, todo lo que haya de virtuoso y merecedor de alabanza, debe ser el objeto de sus pensamientos.
    Pongan en práctica lo que han aprendido y recibido, lo que han oído y visto en mí, y el Dios de la paz estará con ustedes.

Palabra de Dios.

 

 

SALMO     Sal 130, 1-3

R. ¡Guarda mi alma en la paz junto a ti, Señor!

Mi corazón no se ha ensoberbecido, Señor,
ni mis ojos se han vuelto altaneros.
No he pretendido grandes cosas
ni he tenido aspiraciones desmedidas. R.

No, yo aplaco y modero mis deseos:
como un niño tranquilo en brazos de su madre,
así está mi alma dentro de mí.
Espere Israel en el Señor, desde ahora y para siempre. R.

 

 

ALELUIA 

Jn 13, 34abc

Aleluia.
«Les doy un mandamiento nuevo:
ámense los unos a los otros, como Yo los he amado»,
dice el Señor.
Aleluia.

 

 

EVANGELIO

Amarás al Señor, tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 22, 34-40

    Cuando los fariseos se enteraron de que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron con Él, y uno de ellos, que era doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la Ley?»
    Jesús le respondió: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu. Éste es el más grande y el primer mandamiento. El segundo es semejante al primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas».

Palabra del Señor.