16. La predicación de Juan

Si  leemos  a  la  ligera  las  palabras  de  Juan  en  su  predicación podemos llevarnos una sorpresa desagradable y hasta sufrir una equivocación. ¿Estaba perdido todo Israel? ¿Todos eran malos? Y el mismo Juan, ¿es que no tenía corazón? Es la impresión que producen sus primeras palabras. Pero no nos equivoquemos. Lo que ocurre es que …