San Ambrosio, obispo y doctor de la Iglesia, memoria obligatoriaLaudes Si Laudes es la primera oración del día se reza el Invitatorio V/. -Señor, Ábreme los labios.R/. -Y mi boca proclamará tu alabanza. InvitatorioSalmo 94: Invitación a la alabanza divina Ant: Venid, adoremos al Señor, fuente de la sabiduría.Venid, aclamemos al Señor,demos vítores a la …
Leer más «Buenos días, Señor | Sábado 7 de diciembre de 2024 | Laudes»
Is 30, 19-21. 23-26 Esto dice el Señor Dios de Israel: “Pueblo de Sión, que habitas en Jerusalén, ya no volverás a llorar. El Señor misericordioso, al oír tus gemidos, se apiadará de ti y te responderá, apenas te oiga. Aunque te dé el pan de las adversidades y el agua de la congoja, ya …
MEDITACIÓN DEL DÍA: “Ofrezcan con frecuencia al eterno Padre la preciosísima sangre de su divino Hijo Jesucristo, quien por eso [por salvarlos] quiso derramarla toda en la cruz hasta la última gota” Breu noticia de las Instruccions de la Arxiconfraria del Santissim é Immaculat Cor de María. Barcelona 1847, p. 122 La Eucaristía …
Leer más «6 de diciembre | SALVADOS POR LA SANGRE DE CRISTO»
Viernes, I semana de Adviento, feriaLaudes Si Laudes es la primera oración del día se reza el Invitatorio V/. -Señor, Ábreme los labios.R/. -Y mi boca proclamará tu alabanza. InvitatorioSalmo 94: Invitación a la alabanza divina Ant: Al Rey que viene, al Señor que se acerca, venid, adorémosle.Venid, aclamemos al Señor,demos vítores a la Roca …
Leer más «Buenos días, Señor | Viernes 6 de diciembre de 2024 | Laudes»
Is 29, 17-24 Esto dice el Señor: “¿Acaso no está el Líbano a punto de convertirse en un vergel y el vergel en un bosque? Aquel día los sordos oirán las palabras de un libro; los ojos de los ciegos verán sin tinieblas ni oscuridad; los oprimidos volverán a alegrarse en el Señor y …
Leer más «6 de diciembre | Viernes de la primera semana de Adviento»
MEDITACIÓN DEL DÍA: “[La persona que comulga] será como un árbol plantado cerca la corriente de las aguas, que dará el fruto a su tiempo. Podrá decir con el Apóstol: ‘Vivo, pero no yo, sino que vive en mí Cristo’. A la manera que el árbol injertado, que, si pudiese hablar, nos diría: ‘Vivo yo, …