10 de febrero | AMOR SIN LÍMITES

10 de febrero | AMOR SIN LÍMITES

MEDITACIÓN DEL DÍA:
“Uno de los mayores actos de caridad para con el prójimo es amar y soportar a los que son molestos, caprichosos, testarudos, ignorantes, vanos, orgullosos, etc. Esta es la piedra de toque de la verdadera caridad, decía San Francisco de Sales”

Carta ascética… al presidente de uno de los coros de la Academia de San Miguel. Barcelona 1862, p.10

 
 

No siempre nos comportamos movidos por la caridad, y mucho menos amamos y soportamos a los que nos resultan incómodos. Muchas veces nos quejamos de no ser tratados como merecemos, nos consideramos con algunos derechos en nuestras relaciones con el prójimo y lamentamos que lo que hacemos no sea reconocido. Buscamos una compensación a nuestra entrega, o al servicio que prestamos al hermano. En el fondo nos amamos a nosotros mismos, buscamos la propia satisfacción aun en el “dar”, en el hacer el bien.

Jesús nos enseña no sólo a amar hasta las últimas consecuencias, sino a amar sin exclusiones. El ha dado su vida por todos y por cada uno. No ha tenido en cuenta nuestros méritos, no ha valorado las disposiciones que podríamos tener hacia él, ni ha previsto nuestro agradecimiento o reconocimiento por cuanto ha hecho por nosotros. Jesús, como Dios, nos enseña que se debe amar gratuitamente y a todos sin excepción porque todos son hijos suyos. El verdadero amor es el que se vive sin interés egoísta, sólo porque la persona amada es la que es; se la ama por sí misma, e incluso a pesar de sí misma, de sus defectos, de sus comportamientos, de sus actitudes hacia mí.

Nos podemos preguntar siempre a quién amo, por qué amo a esa persona, qué busco en ella. O, por el contrario, a quién rechazo, por qué le rehúyo.
Mis razones para amar ¿son válidas, están inspiradas en la caridad de Cristo o en mis sentimientos, en mis reacciones espontáneas, en el provecho o el daño que puedo obtener…?